Investigaciones exhaustivas han demostrado que lo que más contribuye al éxito o fracaso de un programa eclesial de grupos celulares es la calidad del asesoramiento que aporte en su grupo cada uno de los líderes de célula.Con frecuencia, muchas de las personas que dirigen grupos celulares aportan la mejor voluntad, pero no entienden demasiado cuales son sus obligaciones y qué es lo que se espera de ellos. Esta circunstancia no es achacable a ellos mismos, la causa hay que buscarla más bien en una labor incompleta y deficiente por parte del pastor o supervisor general.
Joel Comiskey ha identificado siete principios u obligaciones que corresponden al supervisor general en sus funciones de formación y soporte a los líderes de célula:
-Buscar y recibir la voluntad de Dios.
-Escuchar las inquietudes y necesidades del los líderes de grupo.-Estimularles y apoyarles en su labor.
-Atender los múltiples aspectos de su vida.
-Desarrollar sus aptitudes de liderazgo.
-Entrenarles para diseñar e implementar un plan estratégico.
-Plantearles el reto de crecer.
El presente libro expone con claridad la manera de aplicar cada uno de estos principios, explicando con detalle cómo desarrollar la habilidad para detectar los problemas, cómo plantear y dirigir reuniones de liderazgo, qué actitud adoptar al realizar visitas periódicas a los distintos grupos y otros muchos temas importantes.
Su lectura ayudará al pastor o líder cristiano a transformarse en un experimentado supervisor de grupos celulares, instruyendo y guiando paso a paso a los líderes de grupo a un ministerio exitoso y espiritualmente fructífero.
Páginas: 160
Tamaño: 14 x 22.8 x 1.1 cm